Opinión

Ignacio Pérez

El sonido de lo inevitable

Lo que ya era algo más que previsible, se ha materializado a través de las declaraciones del concejal del PP, Sergio Díaz, que ha pedido finalmente que la alcaldesa de Rincón de la Victoria, Encarnación Anaya, se someta a la moción de confianza del Pleno, una vez que el bloqueo institucional al que está sometido se ha puesto de manifiesto con la prórroga de los presupuestos, sine die, con una opacidad impropia de los que se envuelven, micrófono mediante, en la bandera de la transparencia y la honestidad.

Ramón Pérez

John Buscema: simplemente, el mejor

Giovanni Natale Buscema, John Buscema, también llamado ‘Big John’, nació en Brooklyn, Nueva York, en 1927, y murió en la misma ciudad en enero  de 2002, hace 15 años; por tanto, podríamos homenajearle en su centenario,  o a los quince años de su fallecimiento. Fue uno de los artistas más admirados e influyentes de la historia del comic-book, además de un autor muy prolífico, capaz de realizar muchas páginas al mes, al igual que otro gran maestro, Jack Kirby, ‘The King’. 

Francisco Montoro

Extraña vida

Qué extraña es la vida. La mayor parte de ella la pasamos sintiéndonos  espectadores de la misma, observadores de lo que pasa a nuestro alrededor, admiradores de las novedades que ocurren…; cuando, real­mente, lo que somos, lo que realmente somos, resulta escasamente protagonista del acontecer que nos envuelve. Y es que, en este trajín imparable que mantenemos, olvidamos, a veces, las cosas realmente importantes, las que especialmente son valiosas, por las que vale la pena vivir, por las que tiene sentido ser y estar. La relación de estas cosas sería fácil de consensuar entre todos: salud, familia, amor, amigos, ilusiones… 

Salvador Gutiérrez

Quiero decepcionar

Nuevo año. Y nuevos propósitos. El mío: decepcionar. A cuantos más, mejor. Decepcionar, para no tener que ser esclavo de la imagen que doy a los demás; para no tener que repetirme; para que nadie espere de mí más de lo necesario.

Margarita García-Galán

El año que se fue

Lo vimos marchar en la quietud de un espacio nuevo y transparente, una habitación con vistas al mar y a la montaña a la que se ha sumado el esplendor del cielo, atrapado con su luna y sus estrellas en el cálido y diáfano techo de cristal que era el sueño de luz del joven que hizo de aquella habitación su particular paraíso. 

Mi regalo para 2017


Después de las ‘aventuras’ revolucionaria y contrarrevoloucionarias (Rusia soviética, China de Mao, Corea del Norte o Cuba &  Hitler, Mussolini, Franco o Pinochet), entiendo que la sensatez humana, cogida con alfileres y a duras penas, puede abrirse camino. Que hay que seguir metiendo el hombro en la mejora ‘local & global’, obvio, pero ya sin el irracional resentimiento que nos lleva a considerar caprichosamente que vivimos en el peor de los mundo.
En Mi regalo de Navidad, el filósofo Javier Gomá nos invitaba, en medio de los desastres con las que convivimos, a no dejar de tener en cuenta que el nuestro es “el mejor de los mundos sidos”. 
Por lo que, para este Mi regalo para 2017, he echado mano del periodista y escritor John Carlin, que en su artículo de El País, Siempre mira el lado brillante de la vida (subtitulado: ‘Parece que 2016 nos sepultó con malas noticias pero la realidad es que vivimos el mejor momento de la historia’), nos lo demuestra con datos. Hijo de británico y española, es autor de El factor humano, la biografía del hombre que evitó la guerra civil en Sudáfrica, Nelson Mandela, y que inspiró la película ‘Invictus’.

José Marcelo

...con respeto, llámame viejo

A un hombre sabio y culto, le oí decir: “La juventud es un tesoro, la vejez es un arte”. Comprendí sus palabras al ver su rostro lleno de arrugas y escuchar su voz quebrada por el tiempo. Aprendí, en ese instante, que era sabio por viejo, y culto porque había dedicado toda su vida a la búsqueda de la sabiduría. 

Ignacio Pérez

Reflexiones navideñas. Feliz 2017

Uno de los primeros pensamientos que le vienen a uno a la cabeza cuando llegan las navidades, es la velocidad con la que se ha ido todo un año, y te hace tomar conciencia de lo efímero de la vida, la relatividad de las cosas y que el control es una ilusión. 

Ramón Pérez

Cien años del TBO

El 11 de marzo de 2017 se cumplirán cien años del lanzamiento de la revista TBO, la publicación que dio nombre a nuestros tebeos, así que, como homenaje al primero de nuestros tebeos patrios, escribiremos diversas columnas sobre el tema a lo largo del año.

Francisco Montoro

El trenecito de Larios

Sabemos que el tren sub­ur­ba­no llegó por primera vez a To­rre del Mar en enero de 1908. Un par de años más tarde, cuando corría el de 1910, la Sociedad Azucarera Larios solicitó al Ayuntamiento de Vélez-Málaga el uso de suelo público para la construcción de una pequeña vía de 600 metros de extensión, con la finalidad de instalar un pe­queño tren que pretendía uti­lizar como servicio de apoyo de la fábrica de azúcar de Torre del Mar. Su finalidad era trasladar el azúcar importado en crudo desde Cuba, que llegaba en sacos a la estación de los suburbanos a Torre del Mar, y se trasladaba hasta los almacenes de la fábrica. Dicho azúcar crudo cubano, se refinaba más tarde, fuera de la época de la zafra.

Margarita García-Galán

Cielos de luces y sombras

Pensando en lo rápidamente que ha pasado un año, al atardecer de un día de diciembre recorro las calles del centro de Málaga engalanadas con buen gusto para vivir la Navidad. Luces, abetos, pascueros, muérdagos y una musiquilla en alguna esquina que nos invita a cantar los típicos villancicos. “Pero mira cómo beben los peces en el río...”, canta con voz cansada  la señora que pide limosna sentada en el suelo, junto al vendedor de esas almendras que son “las mejores de Málaga”. Músicos anónimos con guitarras y violines interpretan conocidas canciones, que se suman a ese ambiente navideño que se pasea entre alegrías y tristezas. “El espíritu de la Navidad” no puede borrar los contrastes.

Salvador Gutiérrez

Mí no entender

Hace algunos años, una persona -amable y generosamente- me pidió un poema para publicarlo en un libro de segundo de la ESO. Es decir, que unos niños iban a mamar literatura, a adentrarse en el bosque de la poesía, a navegar por el ancho mar de la comprensión lectora con un poema mío: un poema inmaduro, mediocre y mal estructurado. La petición encajaba dentro de una idea global pedagógica que podríamos resumir de la siguiente forma: lo próximo, mejor que lo lejano; lo conocido, mejor que lo desconocido; lo actual, mejor que lo pasado; lo contemporáneo, mejor que lo clásico; lo sencillo, mejor que lo complicado; lo evidente y lo directo, mejor que lo misterioso. Esa idea de pedagogía se sigue manteniendo a día de hoy. Y los resultados son evidentes. A ningún informe PISA hay que acudir para darse cuenta de que ese sistema infantiloide, ese sistema en el que se le da papilla a los jóvenes en vez de comida, ese sistema de sucedáneos alimenticios, ha hecho agua por todos sus boquetes.

Mi regalo de Navidad

Es costumbre secular y universal el agasajo entre personas, a modo de felicitación en fechas señaladas, como la Navidad en el caso de nuestras culturas de raíz cristiana. Lo que ya no es tan consabido es el tipo de regalo. Dilema que me permite la libertad de elegir el obsequio que me venga en gana, sin por ello transgredir las buenas maneras y las esencias de la tradición en estos menesteres.
     Y es que se me ha ocurrido felicitar la Navidad a los axarqueños con un fragmento del pensamiento (el que quepa en esta página) de Javier Gomá; vertido en el libro Muchas felicidades (Ariel) junto a los de Fernando Savater y Carlos García Gual. Y me gustaría hacerlo desnudo de datos, con el fin de ofrecer un pensamiento en sí, en tanto que fruto de un filosofar, sin por ello tener que sentir la ‘presencia’ del autor. También sin mi opinión, aunque obviamente el texto elegido, entre tantos, lo es porque me ha impactado. Por demás, ahí están Internet y You Tube. 
     Pensador o filósofo, aquí entendido como aquella persona que a través de su vida ha dedicado sus esfuerzos intelectuales, sociales y económicos, e incluso físicos, a desarrollar al máximo su potencial racional. Ejemplaridad de vida cultivada, ésta de Gomá, que a los deficitarios del pensar nos ofrece la oportunidad de ser mejores, pensando más y mejor.  
     Ya sé que, para este caso, la norma sería regalar un libro a cada lector, pero libros ya regalo bastante. Sí, mejor ‘un pensar’, a riesgo de que muchos me acusen de regalar humo…
 

José Marcelo

El ‘quejío’ de un alma rota

Como poeta, he de confesar que mi acercamiento al flamenco surge cuando descubro un lenguaje lleno de sentencias, en el cual el alma se rompe ante un quejío que se hace canto y trasciende a lo sagrado.

Ignacio Pérez

Una Junta de luces de neón

En una antigua tira cómica, un informático oía al comercial comentarle a un cliente todo tipo de excentricidades tecnológicas que tendría un producto y exageraciones sobre las capacidades de los téc­nicos. Al terminar, el informático le di­ce al comercial: “Oye, ¿no estarás preparando otra receta para el desastre?” A esto, el comercial le responde: “Yo vendo proyectos y tú los desarrollas. Yo sé hacer mi trabajo. Si tú no sabes hacer el tuyo, no es mi problema”.
Esto es lo que está pasando en la Junta de Andalucía. 

Ramón Pérez

Ojos Grises

En Ojos grises, el último ganador de la Beca Carnet Jove Connecta’t al Còmic 2016, retrata el Poblenou de la Barcelona de finales de los ochenta, cuando la ciudad se preparaba para uno de los mayores cambios de su historia.

Ramón Pérez

Cuando la guerra arrebata la juventud

Todos aquellos que amamos las historias profundas, solidarias y cercanas, estamos de enhorabuena. Una vez más, el dibujante y guionista Jaime Martín lo ha vuelto a conseguir con Jamás tendré veinte años, una historia entrañable y repleta de realidad, ambientada en la España de la Guerra Civil y aún más allá.

Ignacio Pérez

De lo que cambia y de lo que no

En Rincón de la Victoria las empresarias han dicho basta a una Navidad aburrida y a ver cómo sus convecinos cogen sus coches para ir a disfrutar de las luces, los comercios y el ambiente de la capital. Entre ellas han encontrado el apoyo que les faltaba para dar el paso para cambiar las cosas. 

José Marcelo

Antígona vs Cleopatra

La compañía de teatro ‘María Zambrano’ po­ne en escena la obra Antígona vs. Cleo­patra, cuyo au­tor y director es Juan Salvador Gómez Po­lo. Desde el día de su es­treno, el 21 de no­viembre de 2015, en el Teatro del Carmen de Vélez-Málaga, ha sido representada en numerosos escenarios, cosechando grandes éxitos. En ella se contraponen dos realidades antagónicas: la fuerza de la piedad ante la pasión del poder. El autor, con gran acierto, rescata de la génesis histórica a dos personajes míticos. Dos mujeres, Antígona y Cleopatra: una es alma, la otra es cuerpo.

Vacaciones en Roma

Hacia el final de la deliciosa comedia de William Wyler (Los mejores años de nuestra vida, La loba, El coleccionista, Ben-Hur…), en el romano Palazzo Colonna tiene lugar una multitudinaria rueda de prensa con la princesa de un supuesto pequeño país centroeuropeo, quien termina saludando personalmente, uno por uno, a los corresponsales extranjeros en Roma. Escena de Vacaciones en Roma, esta última, en la que el protagonista Gregory Peck (en el papel de Joe Bradley, del Américan New Service) y su fotógrafo aparecen acompañados por dos nombres sonoros del periodismo español de la época, el madrileño Julián Cortés-Cabanillas y el pamplonés Julio Moriones, que al saludo de la encantadora  Audrey Hepburn, en el papel de la princesa, se identifican: “Cortés-Cabanillas, ABC de Madrid”; “Moriones, de La Vanguardia de Barcelona”. 
      Entrañable escena para cualquier imberbe españolito de los 50. Más aún, si, como yo, cuando vi la película (¿al filo de los 60?) ya bebía los vientos por la Ciudad Eterna y por la joven actriz inglesa, que con Vacaciones en Roma (1953) hizo sus primeros pinitos para el cine de Hollywood. Amén de mis tempranas veleidades cosmopolitas y periodísticas.
     El argumento de la película se podría resumir así: Durante una visita a Roma, Ana, la joven princesa, trata de eludir el protocolo escapándose de palacio para callejear de incógnito por la ciudad. Así conoce a Joe Bradley, un corresponsal americano que busca una exclusiva para su periódico y aparenta ignorar la identidad de la princesa. La sin par pareja vivirá unas jornadas inolvidables recorriendo la ciudad inigualable. Como no podía ser de otra manera, se enamoran en un cuento maravilloso que ya es leyenda del cine.