La palabra felicidad se ha usado hasta la saciedad, pero hay muy pocos estudios serios sobre ella.
El florecimiento cultural de la España islámica se manifestó en todos los órdenes de la vida, y, en especial, en los sistemas constructivos, destacando las mezquitas y los palacios
Escribo con ella precisamente hoy, que se celebra el Día de la Escritura a Mano, un día que pretende concienciarnos de lo importante que es, en este tiempo de tecnologías tan avanzadas, no perder el hermoso hábito de escribir a mano, con lápiz, con bolígrafo, con pluma.
Las palabras no son inocentes. Hablamos, nos hablan, y vamos lanzando y recogiendo esos sonidos que nuestro cerebro descifra y almacena con más rigor del que muchas veces quisiéramos.
Estas líneas que se revelan con vocación de crónica, no son más que lo que el oído escucha y lo que los ojos ven.
Uno de los placeres gratis que he disfrutado desde que era pequeño era el de ver llover a través de las ventanas de mi casa.
Pensar en la existencia de la humanidad y su evolución, desde los ‘Neandertales’ hasta el ‘Homo sapiens’ actual, me hace sentir que vivo un sueño.
Escribí sobre ellos hace tiempo, cuando esos dos ficus centenarios lloraban su pena de ausencia por el arco de ladrillos donde se apoyaban y que desapareció del paisaje veleño un día cualquiera.
Amor y amistad son palabras que usamos casi a diario y en las que pensamos muchísimo más, aunque los conceptos que encierran no sean iguales para todos.
Claude Debussy (22 de agosto de 1862 - 25 de marzo de 1918) fue un compositor francés a quien, en ocasiones, se le consideró el primer compositor impresionista, término que rechazaba enérgicamente
Texto e ilustración:
Leo Lionni
Editorial Kalandraka
ISBN:978-84-1343-147-5
220 x220 mm, 36 páginas
14 €, Tapa dura
(+ 3 años) 2022
Una vez leí un cuento en el que un joven discípulo decía a un sabio filósofo: Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando mal de ti.
Llega el agua de lluvia que esperamos, la vemos caer de los tejados y correr lentamente sobre las calles, regando los jardines y los árboles de la ciudad. También penetra en la tierra, cayendo sobre los campos y los huertos sembrados... Salen caudalosos los ríos, y entonces nuestra expresión es: ¡Bendita lluvia! Que como expresa el poeta: “Bello y bendecido es ese acto de amor: el cielo y la tierra se dan besos de agua”.