martes, 07 de octubre de 2025 19:47h.

Perla VII: Alegría

Nueva perla de Francisco Montoro

“La vida es como un espejo: te sonríe si la miras con una sonrisa”

(José Luis Sampedro)

 

La alegría es una chispa que enciende el espíritu humano, una emoción profunda que trasciende las circunstancias y conecta con lo más esencial de nuestro ser. Más que un simple momento de risa o diversión, la alegría es un estado que nos recuerda que la vida, incluso en su imperfección, tiene algo hermoso que ofrecer.

A diferencia de la felicidad, que a menudo está vinculada a logros o condiciones específicas, la alegría brota de manera espontánea y muchas veces inesperada. Puede encontrarse en los detalles más simples: el calor del sol en la piel, una conversación sincera, el sonido de una canción querida o la sonrisa de alguien que amamos. La alegría nos invita a estar plenamente presentes, a disfrutar del momento sin preocupaciones por el pasado o el futuro.

Pero la alegría también es una elección. Aunque no podemos controlar todo lo que sucede en la vida, sí podemos decidir cómo responder a ello. Cultivar la alegría implica desarrollar una actitud de gratitud y aprender a enfocarnos en lo positivo, incluso en medio de las dificultades. Es el arte de valorar lo que tenemos y celebrar cada pequeña victoria.

La alegría tiene el poder de transformarnos. Nos conecta con los demás, fortaleciendo vínculos y generando un círculo virtuoso de energía positiva. Además, nos da fuerzas para enfrentar los retos con esperanza y capacidad de adaptación. Al final, la alegría no es solo un sentimiento pasajero; es una fuente de inspiración que nos recuerda lo valiosa y maravillosa que puede ser la vida, si elegimos mirarla con ojos abiertos y un corazón dispuesto.