Silencio
“Todos los hombres sois iguales”, “Siempre pasa lo mismo”, “Nunca estás contento”, “Jamás haré tal cosa”… Estas y otras frases parecidas las escuchamos con demasiada frecuencia.
“Todos los hombres sois iguales”, “Siempre pasa lo mismo”, “Nunca estás contento”, “Jamás haré tal cosa”… Estas y otras frases parecidas las escuchamos con demasiada frecuencia.
Recuerdo muy bien cuando era pequeño y, en mi casa y en el colegio, mis padres y mis maestros se afanaban en transmitirnos a los niños de mi época la importancia de no tirar papeles al suelo, de no maltratar las fachadas de los edificios, de respetar el mobiliario urbano, de no hacer, en definitiva, cosas que molestasen a los demás o que socavaran el patrimonio de todos: desde los bancos de los parques hasta los senderos que caminábamos, en una época donde la jungla del asfalto todavía no se había adueñado de nuestras vidas y los barrios de las ciudades tenían el campo más cerca.
Parece que todos sabemos lo que necesitamos para disfrutar de una buena salud: buena alimentación, práctica regular de ejercicio físico y, a ser posible, un trabajo satisfactorio y cierta estabilidad emocional.
Recién comenzado el nuevo año y terminadas las vacaciones de Navidad y Reyes, estamos intentando subir la famosa cuesta de enero, más conocida pero tan empinada como la de septiembre.
El científico italiano Galileo Galilei (1564-1642), considerado el padre de la ciencia moderna, fue condenado por la Inquisición en 1633 por defender la teoría del heliocentrismo, un modelo astronómico en el que la Tierra y los planetas giran alrededor del Sol y no de la Tierra, como defendía la iglesia católica.
Estoy llegando a un punto en que me cansa, me satura, me descorazona, tener que discutir con alguien sobre asuntos que deberían estar claros y que no necesitan la menor argumentación, independientemente de que por motivos ideológicos, religiosos, económicos o de cualquier otra índole, no nos guste lo que, de entrada, parece evidente.
Terminado el verano, y con él las vacaciones, nos vamos preparando para la vuelta a la rutina, después de intentar huir de ella durante el periodo estival.
Creo no equivocarme al afirmar que a todos nos gusta la seguridad, el envolvernos por una serie de hábitos que nos definen y unos patrones ideológicos, afectivos y espirituales que nos vinculan a un lugar concreto y a unas personas determinadas.
Hace unos días, el 21 de junio, se celebraba el Día de la Música, una fiesta que fue creada en Francia y que se extendió a toda Europa para promover el consumo de música entre los ciudadanos.
Las elecciones municipales en Vélez-Málaga han deparado unos resultados en los que el PP se alza con la victoria en minoría repitiendo número de escaños (9), GIPMTM y AXSÍ empatan con 6, el PSOE baja hasta los 3 concejales y VOX aparece por primera vez con uno. PP y GIPMTM han formalizado equipo de gobierno. Este es el análisis de Jesús Aranda
Decía el profesor y politólogo italiano Norberto Bobbio que la democracia es “un conjunto de reglas procedimentales para la toma de decisiones colectivas en el que está prevista y se propicia la más amplia participación posible de los interesados”.
Todos necesitamos de la cultura para poder formarnos y desarrollarnos de un modo completo como personas.