Cincuenta Noches del Vino

Poema de Luisa Ruiz

El embrujo y el encanto

de esta noche veraniega

tiene el don y la fortuna

de hacer feliz a cualquiera.

El enclave, las costumbres,

las guitarras, el flamenco,

la Noche del Vino es

el sentimiento de un pueblo.

Esta fiesta tan flamenca

andaluza y competeña

quiere en sus bodas de oro

ser bandera de esta tierra

como ya lo viene siendo

cincuenta años atrás,

bandera que grita al viento

todo el arte del lugar,

el primer mosto del año,

y la pisa y la vendimia

se tienen que celebrar

como una cosa divina

pues, si Baco despertara

y pasara por aquí,

con un vaso de este vino

seguro sería feliz.

Tiene un paladar tan fino,

un color tan trasparente,

un olor tan exquisito

y un poderío tan grande

que, solo se puede decir

después de haberlo probado

“si me tengo que morir

que me quiten lo bailado”

Cómpeta tiene un motivo,

una fecha y un lugar

para jactarnos de vino

para cantar y bailar

disfrutar con los amigos

y emborracharnos, sin más.