Cincuenta Noches del Vino
El embrujo y el encanto
de esta noche veraniega
tiene el don y la fortuna
de hacer feliz a cualquiera.
El enclave, las costumbres,
las guitarras, el flamenco,
la Noche del Vino es
el sentimiento de un pueblo.
Esta fiesta tan flamenca
andaluza y competeña
quiere en sus bodas de oro
ser bandera de esta tierra
como ya lo viene siendo
cincuenta años atrás,
bandera que grita al viento
todo el arte del lugar,
el primer mosto del año,
y la pisa y la vendimia
se tienen que celebrar
como una cosa divina
pues, si Baco despertara
y pasara por aquí,
con un vaso de este vino
seguro sería feliz.
Tiene un paladar tan fino,
un color tan trasparente,
un olor tan exquisito
y un poderío tan grande
que, solo se puede decir
después de haberlo probado
“si me tengo que morir
que me quiten lo bailado”
Cómpeta tiene un motivo,
una fecha y un lugar
para jactarnos de vino
para cantar y bailar
disfrutar con los amigos
y emborracharnos, sin más.