Navidad del 55
Columna de Francisco Montoro
Columna de Francisco Montoro
Mi amigo Bauti, el popular pedagogo axárquico López Blanco, reflexivo compañero con el que hemos compartido muchísimas horas de profesión, de esfuerzos y de entusiasmos, me enviaba hace unos días un texto de firma desconocida (¿Lo habrá escrito él?). Texto que él comparte en plenitud, y que, a sabiendas de que yo también, me invitaba a su difusión. La identificación con el mismo es manifiesta por parte de los que hemos dedicado nuestra vida profesional a la docencia, y que ingresamos en la enseñanza como “profesores de EGB”. Especialmente aquellos que ahora nos hallamos en el periodo llamado de la jubilación. Porque nos fuimos, o nos estamos yendo de la escuela; porque el tiempo avanza imparable y cruel, mudando a la sociedad y a nosotros. El texto dice así:
El recientemente inaugurado MVVEL -Museo de la Ciudad- está ubicado en uno de los edificios históricos más antiguos de nuestra Vélez-Málaga. Medio milenio de historia se esconden entre sus muros. Y es que, mandado construir por los Reyes Católicos, fue Hospital Real de San Marcos, Hospital de San Juan de Dios, convento de la Orden de las Mercedarias de la Caridad, residencia municipal de ancianos, etc.
Carl Sagan decía que “qué cosa más sorprendente es un libro. Es un objeto plano, hecho de un árbol, con partes flexibles en las que están impresos montones de curiosos garabatos. Pero, cuando se empieza a leer, se entra en la mente de otra persona; tal vez de alguien que ha muerto hace miles de años. A través del tiempo, un autor habla clara y silenciosamente dirigiéndose a nosotros y entrando en nuestra mente. La escritura es, tal vez, el más grande de los inventos humanos. Une a personas que no se conocen entre sí. Personajes de libros de épocas lejanas rompen la cadena del tiempo. Un libro es la prueba de que los hombres son capaces de hacer que la magia funcione”.
La inauguración del tren suburbano de Málaga a Vélez-Málaga se produjo en 1908. Y es bien sabido que existía el proyecto de, a través de Ventas de Zafarraya, continuarlo hasta Granada. Pero resulta menos conocido que la empresa adjudicataria proyectaba, también, crecer hacia Almería.
Dice un proverbio africano que por la ignorancia se desciende a la servidumbre, y por la educación se asciende a la libertad.
Hace muchos años, la Obra Cultural de la Caja de Ahorros Provincial de Málaga publicaba una hermosísima obra de investigación del ilustre sacerdote agustino, el P. Andrés Llordén, con el apoyo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), titulada La Imprenta en Málaga. (Ensayo para una tipobibliografía malagueña). Dado que, por aquel entonces, nosotros, además de empleado de la Caja de Málaga, éramos estudiante de Historia, tuvimos la suerte de ser obsequiado con un ejemplar de la interesantísima obra, en dos tomos, e impreso en los Talleres Gráficos Urania, calle Mosquera 9, que, en esta ocasión, nos sirve de guía y principal fuente de información.
Vélez-Málaga está vinculada al Domingo de Ramos más desgraciado de la Historia de España. Fue la del año 1886. Y es que un sacerdote veleño, llamado Cayetano Galeote Cotilla, mata a su obispo, en Madrid, a las puertas de la catedral, en los inicios de la procesión de las palmas y olivas. Un crimen inesperado, de tremenda repercusión mediática y con consecuencias políticas, judiciales, médicas...
El objetivo de la historia no es el conocimiento del pasado. Al menos, ese no es, según creemos, su fin último. Y ello a pesar de que lo considere así la generalidad o la mayoría de los humanos. La Historia realmente pretende conocer el presente, incluso, tratar de intuir algo de cómo va a ser el futuro. Y para ello utiliza el conocimiento del pasado.
Hace unos años quedé sorprendido de la cantidad de esculturas que adornaban las calles de la ciudad de Huelva. Me impactó. Me pareció hermoso, educativo para la ciudadanía, un disfrute para la sensibilidad y, por tanto, una idea a imitar. Afortunadamente, en las últimas décadas, en Vélez-Málaga, el número de esculturas que lucen en el municipio ha crecido notablemente.
Cada uno es artista por algo, para algo, en algo o de algo. El arte es el mediador de lo inexpresable y todos tenemos, a veces, cosas que no podemos manifestar con los lenguajes habituales, sintiéndonos obligados a utilizar una manera diferente a lo conocido para expresarnos. Eso es lo que llamamos ‘arte’.
(Publicado en Sur el 9 de marzo de1982)
Desde que el ataque atroz de la incultura, casada como otras veces con la fría especulación, hiciera, hace apenas un mes, rodar por los suelos y saltar por los aires las nobles piedras del edificio carmelitano veleño, Vélez-Málaga vive un luctuoso trance de dolor, luto, lamentos y confusión. ‘El Carmen’ ha muerto, y algo de todos los veleños ha muerto también. ‘San José de la Soledad’ era un símbolo. Se destrozó la Puerta Real -única de las cuatro de la ciudad medieval que permanecía en pie- y se le llamó “error que no se repetiría”. Se destrozó el patio de armas de la Fortaleza veleña -doce siglos de historia dolorida- y se le llamó “qué le vamos a hacer”. Ha caído sin dignidad el Convento del Carmen -corazón urbano de la ciudad nueva- y se le ha llamado “silencio administrativo”, “consenso de cuatro de los cinco partidos” en el actual ayuntamiento, “intervención quirúrgica necesaria”, etc., etc. ¡Qué facilidad tenemos en este Vélez de nuestros amores para ponerles nombres a las ignominias!
Qué extraña es la vida. La mayor parte de ella la pasamos sintiéndonos espectadores de la misma, observadores de lo que pasa a nuestro alrededor, admiradores de las novedades que ocurren…; cuando, realmente, lo que somos, lo que realmente somos, resulta escasamente protagonista del acontecer que nos envuelve. Y es que, en este trajín imparable que mantenemos, olvidamos, a veces, las cosas realmente importantes, las que especialmente son valiosas, por las que vale la pena vivir, por las que tiene sentido ser y estar. La relación de estas cosas sería fácil de consensuar entre todos: salud, familia, amor, amigos, ilusiones…
Sabemos que el tren suburbano llegó por primera vez a Torre del Mar en enero de 1908. Un par de años más tarde, cuando corría el de 1910, la Sociedad Azucarera Larios solicitó al Ayuntamiento de Vélez-Málaga el uso de suelo público para la construcción de una pequeña vía de 600 metros de extensión, con la finalidad de instalar un pequeño tren que pretendía utilizar como servicio de apoyo de la fábrica de azúcar de Torre del Mar. Su finalidad era trasladar el azúcar importado en crudo desde Cuba, que llegaba en sacos a la estación de los suburbanos a Torre del Mar, y se trasladaba hasta los almacenes de la fábrica. Dicho azúcar crudo cubano, se refinaba más tarde, fuera de la época de la zafra.
Existen distintas maneras de entender la vida. Todos somos conscientes de ello. Y esas maneras tienen mucho que ver con las diferentes mentalidades que afloran y se extienden en nuestra sociedad. Hay humanos que pasan la vida buscando el provecho propio, la ventaja que le ofrece el acontecer..., olvidando si las dichas ventajas perjudican a los demás… Y hay otros humanos, por el contrario, que cruzan por la vida intentando ser útiles, olvidándose de egoísmos, rapiñas y corruptelas, y ayudando a los próximos y defendiendo al grupo, a la tribu, eligiendo lo mejor para la mayoría, aun a costa de renunciar a ventajas propias previsibles, o posibles.