¿Habéis observado alguna vez cómo se agrietan esos preciosos lagos helados en primavera? ¿Y cómo esos surcos comienzan siendo pequeñas e indecisas grietas, hasta llegar a convertirse en grandes fisuras que rompen el hielo y deshacen la solidez de sus aguas?
Parece ser que fue a instancias del poeta y político D. Gaspar Núñez de Arce cuando, nombrado ministro de Ultramar en el gobierno de Sagasta (1882-1883), es llamado Salvador Rueda a trabajar en La Gaceta de Madrid. La inicial simpatía de Núñez de Arce por Rueda irá evolucionando hacia una amistad y una relación paternofilial con buenas dosis de maestrazgo. Núñez de Arce tutelará literariamente a Salvador, le instruirá y abrirá las puertas al mundo literario de la Corte.
Me dejaron atrapada. En uno de esos terrizos habilitados para aparcar, asistí a un baile de máquinas sin corazón. Y no, no me refiero a los coches.
También se suman Salistre, Selecta y Spor. El Sunrise se viste con los italianos Agents of Time, Mahony y Karretero. El espacio local es para la banda de rock Corazón Inverso y el dúo electrónico Art No Logia.
Italia, principios de los sesenta, una joven, esposa, madre y poeta, extenuada por el trabajo, la rutina cotidiana y la incomprensión del marido, se fuga de casa.
Un viajero que pasa por Vélez-Málaga en el siglo XIV -el natural de Loja Ibn Al-Jathib- escribió: “...Vélez es muy buena tierra y patria del creyente; su excelencia viene del abundante riego; es mucha su agricultura; sus campos fértiles… pero …los ánimos de sus moradores están divididos por la envidia y la desconfianza… y …su gente es aficionada a la murmuración y a los chismes…”.