Opinión
Y de pronto, el caos
Con Obama, no es que el mundo estuviera para tirar cohetes. Pero con Donald Trump, por las trazas, no creo que nadie se atreva a desdeñar la hipótesis de que nuestro planeta pueda saltar por los aires.
Con Obama, no es que el mundo estuviera para tirar cohetes. Pero con Donald Trump, por las trazas, no creo que nadie se atreva a desdeñar la hipótesis de que nuestro planeta pueda saltar por los aires.