Amigo mío

Unos grandes ojos marrones observan la puerta fijamente. La cabeza reposa entre sus dos patas delanteras y suspira profundamente. Lleva varias horas sin moverse de allí, sin levantarse. No ha bebido ni comido. Sólo espera. Espera que se abra la puerta en cualquier momento, pero la puerta no se abre.

De repente, oye un ruido en la parte superior de la casa y sube corriendo las escaleras. Me quedo junto a la puerta sabiendo que en breves segundos aparecerá jadeando, excitado, dando vueltas a mi alrededor, moviendo el rabo tan rápido como pueda para decirme: “Ya está, ya ha llegado. Sabía que volvería”. En ese momento, el alma se me rompe. El brillo en sus ojos, la alegría que muestran, choca frontalmente con las lágrimas que brotan de los míos.

Le acaricio mientras veo en su mirada cómo la esperanza de que la puerta se abra y aparezca su amigo se va desvaneciendo. Poco a poco va relajándose y decide tumbarse, mirando de nuevo hacia la puerta. Me siento a su lado, en el suelo. Apoyo mi mano en su lomo y noto que su respiración se ralentiza. Eleva la cabeza y, con mucha suavidad, posa una de sus patas en mi pierna.

¿Cómo decirle que ya no está? ¿Cómo hacerle entender que su compañero de largos paseos nunca más volverá a acompañarle? ¿Cómo conseguir que comprenda que cuando se tumbe en su sofá no pondrá el hocico en su muslo mientras ven juntos una película? ¿Cómo le explico que cuando llegue la hora de dormir no oirá su voz leyéndole, que no recibirá más reprimendas por mordisquear sus viejas y ajadas zapatillas? ¿Cómo decirle que su amigo, su compañero, por quien daría su vida, ya no cruzará esa puerta? ¿Cómo puedo mitigar el sufrimiento que siente cuando, de repente y sin saber qué ha pasado, su vida se resquebraja? ¿Cómo puedo paliar el sentimiento de abandono que, sin lugar a dudas, siente?

No encuentro la manera de que sepa que no le han abandonado; que, donde quiera que esté su compañero, le está esperando para dar un último paseo, y que nada más verle, le dirá: “Tranquilo, amigo mío: estoy aquí, contigo”.