Acabemos de envalentonarnos

Los dirigentes políticos nacionalistas catalanes llevan a sus hijos a colegios privados trilingües, mientras que muchos niños de familias cuya lengua materna es el español o castellano, van a colegios públicos donde se impone el catalán por encima del español, para que esos menores sean monolingües y encima estén adoctrinados en sus ideas políticas, porque como les dé por decir que quieren aprender español o que aman España, son llamados “fachas”. Por suerte, hace unos años surgió una “resistencia”, ciudadanos de a pie que ya están hartos de tanto mamoneo, de que nos tomen el pelo, de que unos cuantos decidan sobre todos los ciudadanos imponiendo sus ideas y mentiras con el único objetivo de adoctrinar. Esta resistencia nació para decir basta, un basta a las mentiras y engaños, un basta al genocidio de nuestra cultura, un basta al ninguneo de la lengua española, y un basta a tanto odio infundado. Esa resistencia ha despertado y pide respeto, ha plantado un pie al frente y se ha posicionado, pero no nos engañemos, aún falta poner el otro pie para acabar de proteger lo que es de todos. A esa resistencia hay que cuidarla, alimentarla y protegerla entre todos los españoles, para que todos aquellos catalanes que dudan y temen dar la cara, se envalentonen. Sí, es un trabajo de todos, y especialmente de aquellos partidos políticos en Cataluña que sólo se acuerdan de los ciudadanos cuando hay elecciones, cuando hay intereses políticos y cuando somos una moneda de cambio.