Nana azul
A Pilar
A Pilar
A las personas que aman la vida.
A las que sufren y se enfrentan a las adversidades.
A las que luchan por mejorarla.
No sabemos qué pretende la mente pensante del polémico cartel con la frase ‘comeme toer higo’, pero todo apunta a una campaña publicitaria. Los tiempos que nos ha tocado vivir son así: todo se mueve a ritmo de polémica, amparados en la poca memoria de una sociedad acostumbrada a escandalizarse a diario. Pocos recordaron en el obituario del diseñador David Delfín, que saltó a la fama precisamente por un desfile en el que vistió a los modelos con un burka, o que el futbolista Dani Alves promocionaba sus gafas con los pantalones bajados.
Nuestros analistas opinan sobre el modelo turístico de la comarca.
Mi amigo Bauti, el popular pedagogo axárquico López Blanco, reflexivo compañero con el que hemos compartido muchísimas horas de profesión, de esfuerzos y de entusiasmos, me enviaba hace unos días un texto de firma desconocida (¿Lo habrá escrito él?). Texto que él comparte en plenitud, y que, a sabiendas de que yo también, me invitaba a su difusión. La identificación con el mismo es manifiesta por parte de los que hemos dedicado nuestra vida profesional a la docencia, y que ingresamos en la enseñanza como “profesores de EGB”. Especialmente aquellos que ahora nos hallamos en el periodo llamado de la jubilación. Porque nos fuimos, o nos estamos yendo de la escuela; porque el tiempo avanza imparable y cruel, mudando a la sociedad y a nosotros. El texto dice así:
La primera vez que la oí fue una tarde lluviosa de hace ya muchos años. Alguien, amante como yo de la música, me dijo que me sentara sin prisa en un lugar tranquilo y silencioso y me abandonara a su música, a la desgarrada historia de amor de Madama Butterfly. Con los oídos poco acostumbrados a la ópera; con el corazón receptivo a la belleza, acostumbrado a latir al son de todo aquello que hace vibrar, sentada en mi sofá y mirando la lluvia mansa que resbalaba por los cristales de mi ventana, sola y expectante me dispuse a vivir un desamor. A morir de amor con Butterfly.
No hay religión que no se base en el sentimiento de culpabilidad. El origen de esta emoción procede de los valores judeocristianos de nuestra cultura. Donde la figura paternal simbolizada por Dios, es vista como un ser sobrehumano que castiga a quien no sigue las normas y reglas establecidas.
Los presupuestos participativos han contado desde sus comienzos con la ilusión de muchos vecinos como una manera de poder poner en marcha pequeñas iniciativas que escapan al radar de un gobierno municipal e incluso que están fuera de su programa de gobierno y/o de su ideario político. Sin embargo, en la práctica, la perversión política de los presupuestos participativos, y especialmente del Grupo Motor, será lo que dé al traste con este modelo, de no cambiar, para alegría de sus detractores.