He contemplado horrorizado durante el pasado mes de agosto la destrucción de España de la mano de incendiarios físicos y políticos pagados...
La llegada de Trump a la Casa Blanca ha roto los esquemas políticos y de alianzas de Europa. La última Conferencia que se celebró en Múnich dejó las cosas claras : la UE ya no es un actor clave en las decisiones estratégicas de EEUU en el nuevo orden internacional.
A la libertad, tengo el pleno convencimiento, se llega de dos formas : una, por empecinamiento, y el otro camino es más triste y es el que no se cuenta porque no es épico, es decir, haciéndose uno el loco como si no supiera que está haciendo algo revolucionario.
Una de las frases más sonadas, por rotunda, es la que pronunció Pedro Sánchez cuando se hizo cargo de la Presidencia del Gobierno de España después de la moción de censura contra Mariano Rajoy : «seré implacable en la lucha contra la corrupción»
Dicen que “jugarnos la piel en la vida nos ayuda a tomar mejores decisiones”. A modo de ejemplo, en la Antigüedad, la costumbre era que en cualquier batalla el general siempre marchaba al frente de las tropas en la lucha.
Charles Dickens comenzó su obra “Historia de dos ciudades” de forma magistral, y lo hizo así : «Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos». El citado libro lo leí hace años, y hoy me ha venido a la memoria.
En la sociedad actual nos encontramos inmersos en una era en la que el término «políticamente correcto» ha tomado un papel predominante en nuestras vidas.
Un tal Wertham publicó en los Estados Unidos de los años 50 un libro en el que acusaba a ciertas publicaciones, como los comics de Batman, de alentar entre la infancia y la juventud comportamientos violentos o poco ajustados a la moralidad de la época, algo que hoy podría resultarnos pueril dado el avance de las redes, la tecnología y el desarrollo de eso tan voluble y evanescente como son “los valores” que pretendemos transmitir a las generaciones que nos han de suceder.
Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero pasarán a la historia como los peores presidentes de la democracia española...