Polifóbicos de manual
¿Tienes mucho miedo a las arañas? ¿Te da pánico quedarte encerrado en un ascensor o a pisar la consulta del dentista? Si es así, debes saber que padeces de aracnofobia, claustrofobia y además eres latrofóbico.
Seguramente no lo hayas pensado aún, pero estas enfermo de polifobia, porque si es como afirman los que de esto entienden y la fobia es una enfermedad: casi todos estamos “mu malitos”.
Tenemos hasta 470 variedades de fobias y entendiendo que esto implica tener un miedo desproporcionado a veces irracional y hasta un sentimiento de odio, asco o rechazo, a algo, alguien o a situaciones determinadas, pues el que esté libre de ser fóbico que tire la primera piedra, (salvo que padezca de escopulofobia, o miedo a las piedras, claro está).
La parte positiva de todo esto: tenemos casi 500 excusas que poner, o ponernos a nosotros mismos, para justificarnos en nuestro “hacer o no hacer”, por ejemplo, el que no es muy amigo de la ducha, puede decir que es ablutofóbico, o hidrofóbico, y si no quieres ir a IKEA con tu señora, pues te haces agorafóbico, si no te gustan los gatos, di a tus hijos que padeces alurofobia o puedes declararte amaxofóbico para librarte de conducir siempre el coche.
Que alivio siento al saber que se pueden justificar tantas conductas de una forma tan técnica y académica, tan “psicológicamente testada”.
Poner etiqueta a lo que nos pasa, nos ahorra dar muchas explicaciones, ¿no crees? Además, una etiqueta suele quitarnos remordimientos y avala lo que sentimos, aunque no sepamos bien qué o por qué lo sentimos.
Y es que no es lo mismo ser vago que kinesofóbico, (tener fobia al movimiento), por cierto, a mi esta fobia se me agrava por las mañanas temprano.
Desde ahora, para darte a valer, no digas que estas a dieta, no, sencillamente puedes tener pocrescofobia, fobia a engordar y cuando en el trabajo no estes muy motivado, di a tu jefe que padeces de una crisis severa de ponofobia, (probablemente él no sabrá que tienes manía al exceso de trabajo y quizá, para disimular su ignorancia, te diga que te mejores y que te marches a casa a descansar).
Tras mucho leer sobre las fobias, seguro que tú también tienes unas cuantas, miedos irracionales, terrores totalmente subjetivos y ansiedades provocadas por algo que, si lo analizas, no tiene tanta entidad pero que te paraliza, te hace hasta temblar con solo pensarlo.
¿Y cómo se tratan las fobias? Pues dicen los expertos, que lo mejor es la exposición gradual a la causa, al origen de tu fobia.
Esto me gusta y desde hoy me declaro hodofóbica, padezco de un miedo profundo a viajar, así que voy a pedir a mi médico una receta para exponerme a los viajes que más miedo me provocan: Islas paradisiacas, circuitos por Europa y cruceros en verano.
¡Suerte que, aunque polifóbica de manual, no sufro de yatrofobia!