domingo, 14 de diciembre de 2025 18:53h.
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Cultura

Capítulo IV: Pérdida y encuentro

Por las noches, ya en la cama, se ponía la caracola al oído para escucharla hasta quedarse dormido.  Al sonido de la caracola aparecían los sueños. Pero ocurre que, a veces, entre estos sueños se cuela alguna que otra pesadilla.

Sueño, pesadilla y realidad se mezclan hasta que Salvador Rueda descubre que de esos materiales también saldrá algo bueno. Y así será, porque pronto la vida pondría en su camino a esa  otra persona que le ayudaría, ese otro ser benefactor será Narciso Díaz Escovar.