Después de las ‘aventuras’ revolucionaria y contrarrevoloucionarias (Rusia soviética, China de Mao, Corea del Norte o Cuba & Hitler, Mussolini, Franco o Pinochet), entiendo que la sensatez humana, cogida con alfileres y a duras penas, puede abrirse camino. Que hay que seguir metiendo el hombro en la mejora ‘local & global’, obvio, pero ya sin el irracional resentimiento que nos lleva a considerar caprichosamente que vivimos en el peor de los mundo.
En Mi regalo de Navidad, el filósofo Javier Gomá nos invitaba, en medio de los desastres con las que convivimos, a no dejar de tener en cuenta que el nuestro es “el mejor de los mundos sidos”.
Por lo que, para este Mi regalo para 2017, he echado mano del periodista y escritor John Carlin, que en su artículo de El País, Siempre mira el lado brillante de la vida (subtitulado: ‘Parece que 2016 nos sepultó con malas noticias pero la realidad es que vivimos el mejor momento de la historia’), nos lo demuestra con datos. Hijo de británico y española, es autor de El factor humano, la biografía del hombre que evitó la guerra civil en Sudáfrica, Nelson Mandela, y que inspiró la película ‘Invictus’.