viernes, 26 de abril de 2024 13:54h.

La tienda de los secretos

Artículo de Francisco Montoro

Belén Sánchez es una veleña polifacética, que destaca sobremanera por su facilidad y atino en la crítica literaria, de la que hace buena muestra, cada semana, en la televisión local, en un apartado del informativo titulado ‘La Cuentacuentos’.

Y es que es así, ‘La Cuentacuentos’, como firma sus actividades esta activa veleña, que lo mismo dirige una obra de teatro infantil, que escribe una novela, o edita libros creando una editorial -Altramuz Editorial-, con la que da cauce a autores que difícilmente encuentran caminos para ver publicadas sus obras.

Durante años regentó una librería coquetísima con la que despertó abundantes lectores, especialmente in­fantiles, tarea que siempre compartió con la actividad de cuentacuentos, nunca abandonada.

Tras vivir en Sevilla y Granada, Belén Sánchez ha llevado a cabo trabajos siempre relacionados con los libros, como, por ejemplo, su etapa laboral en la librería Proteo de Málaga, sin duda el buque insignia de la venta de libros en la provincia.

Ya hemos dicho que colabora regularmente con los medios de comunicación de Vélez-Málaga, con programas de recomendación de libros, donde no solo tiene una abundante audiencia sino que se ha convertido en persona muy popular.

El motivo de referirnos hoy a ella, en esta columna, es que ha publicado recientemente una interesantísima novela, con la que rompe su vieja tradición de escribir para niños. Se titula La tienda de los secretos (Editorial Desayunoconlibros), en la que, con una introducción y siete capítulos, lleva a cabo una narración sorpresiva, que transporta al lector a una experiencia emocionante en la que se descubren diferentes ángulos de la vida.

Una trama, que no sería oportuno desvelar, introduce al lector, eficazmente, en una historia que se fotografía con trescientas páginas, bien cuidadas, en lenguaje colorista, de vocabulario variado,  y que se muestra a los lectores, con una portada sugerente, y algo desenfadada, del artista David Pintor.

Estamos ante un libro que vale la pena leer. Habla de amor, de libertad, de sentimientos, observados desde diversos momentos y personas y con variadas circunstancias e in­ter­pretaciones.

Tres personajes, -Emilio, Lucía y Mateo- nos ponen ante un narración que no es otra cosa que una  novela psicológica que intenta satisfacer la curiosidad o sueño fantástico que todos sentimos de introducirnos en el pensamiento ajeno, permitiéndonos observar, de primera mano, distintas perspectivas.

El libro está dedicado a Lorca y Jacinto, hija y pareja de la autora, así como a su amiga María, que le proporcionó el espacio y el ánimo necesarios para escribirlo.