jueves, 28 de marzo de 2024 00:07h.

Hace 90 años

Artículo de Francisco Montoro

En 1930, el Ayuntamiento de Vélez-Málaga tiene 26 concejales. Su principal problema es la precaria si­­­­tuación de las arcas municipales y, para hacerle frente, establece, de un lado, una ‘Carta Municipal de Impuestos’, y, de otro, la venta de la alhóndiga, el matadero y la parte izquierda del mercado. Es el año en el que se abre el camino que va desde el paseo viejo a la estación de ferrocarril y, sobre todo, es el año en el que se desestima la petición de segregación de Torre del Mar. 

Por lo que respecta al núcleo de Caleta de Vélez, es el año en el que se está peleando por la instalación del teléfono, así como para lograr unas rampas de acceso a la carretera.
El 14 de abril de 1931 se proclama la república en el país, y el 16 del mismo mes se reúne ya la primera corporación de la República en la capital de la Axarquía, integrada por trece concejales más el alcalde, don Fernando Bustamante Durán. El primer acuerdo tomado es el de revisar la gestión de las corporaciones anteriores. Muy pronto se cambian los nombres de numerosas calles, se pide a Hacienda que levante el embargo del 15 por ciento que tiene el Ayuntamiento (17 de mayo), se saca a información pública el proyecto del puerto de refugio en Torre del Mar (14 de junio), se crean escuelas en Vélez, Torre del Mar y Valle Niza (15 de agosto), y se piden las creaciones de un Instituto de Segunda Enseñanza y una Escuela de Bellas Artes (12 de septiembre).

Por lo que respecta a los cambios de nombres de las calles, hemos podido constatar en las actas municipales, entre otros, los cambios de Alfonso XIII (la actual Calle de la Tiendas) por Fermín Galán; Alameda de la Reina Victoria (actual Paseo Nuevo) por García Hernández; Cánovas del Castillo por Hermenegildo Giner de los Ríos; Francisco Mérida por Pablo Iglesias; a la Plaza de Sagasta se le llama D. Ramón Franco, y a las del Ciprés y Cristo, juntas, ‘14 de abril’. 

El 21 de junio de 1931, el pueblo de El Borge solicita pertenecer al partido judicial veleño, y el 12 de septiembre la Dirección General de Obras Públicas anuncia la construcción de caminos vecinales a Benamargosa, Benamocarra y Arenas. Precisamente, con referencia a este tema, en 1933 el alcalde cede su gratificación de gastos de representación para la expropiación de parte de los terrenos necesarios. El 2 de julio se inician los trabajos en el camino de Benamargosa, y el pleno del 9 de septiembre acuerda que el Ayuntamiento acabe de abrir por su cuenta el Camino de Arenas, ya que no llegan los recursos anunciados...

El 10 de junio de 1933 se autorizan en Torre del Mar los Baños de Octavio, y, a mediados de los años 30, a la policía municipal se le compran porras de gomas que sustituyan a los antiguos bastones de madera. En la sesión plenaria del 26 de enero de 1935 se crea el cuerpo de bomberos.

Por lo que se refiere a las relaciones entre la Iglesia y el Ayuntamiento, el poder religioso y el poder civil de la ciudad, se detectan enfrentamientos de gran calado. El clima se va enrareciendo cada vez más. Curas, frailes y monjas van a sufrir un calvario en estos años, especialmente los frailes franciscanos, a los que, en sesión plenaria del 6 de agosto de 1932, se les denuncia por “hacer política”. En dos ocasiones, mayo de 1931 y marzo de 1936, van a tener que abandonar temporalmente el convento.
El ocho de diciembre de 1934, ante la pregunta de un concejal de que si se puede bajar a la Virgen de los Remedios en procesión desde el Cerro a la iglesia de San Juan, se le contesta que sí, pero sin que el Ayuntamiento ponga nada, ni vaya en representación oficial.
Por lo que respecta al presupuesto municipal, en 1930 asciende a 610.400 pesetas; en  1931 desciende a 569.248 y, en 1933, a 573.567. El año de 1935 el presupuesto recibe un importante empuje al alza alcanzando la cifra de 724.248 pesetas.
El día del Carmen de 1934, con motivo de la Veladilla, se celebra una corrida de toros nocturna, y, por San Miguel, el coso veleño alberga una novillada a las cinco de la tarde.
Al igual que el resto del país Vélez-Málaga vive años de confusión, tensiones, problemas... Los nubarrones de una rebelión militar, de una guerra civil, se van densificando en el ambiente.