La guerra comercial entre compañías siempre genera muchas controversias. Ahí está, por ejemplo, la multitud de llamadas telefónicas -ahora menos- a la búsqueda de un potencial cliente.

El caso que nos ocupa ahora es el de los cristales de coches, ya que algunos ciudadanos se han puesto en contacto con nosotros porque se muestran "molestos" o “engañados” ante algunas estrategias de ventas.

El caso comienza con alguna carpa para regalar gratuitamente a los que quieran un repelente de lluvias y mosquitos para los parabrisas de los coches. En algunas ocasiones, los técnicos encuentran que el cristal tiene algún picotazo y, por tanto, avisan al conductor de que es mejor repararlo. 

La sorpresa para estos conductores es que –o no han sido advertidos o no se han enterado- el parte del arreglo del piquete en el cristal es enviado, lógicamente, a la compañía de seguros del conductor, por lo que es posible que les suban el coste del seguro, y eso es lo que ha causado ese estupor en los conductores que nos han contactado.

Los expertos recomiendan que es mejor ir a un taller especializado, o saberse bien sus derechos y obligaciones, para que no tengan que pasar por esta fase, siempre incómoda, de encontrarse cosas no deseadas o inesperadas, y que acudan a sus tiendas o empresas de confianza.