Los hijos son un regalo
que un día llegan del cielo.
Los recibimos contentos.
No todos están preparados
ni conocen sus cuidados.
Para ver sonreír a un niño
y compartir su cariño,
hay ángeles en la sombra
dispuestos a cualquier cosa,
y no importa el sacrificio.

Hay quien nace con estrella
y quien se estrella al nacer,
y hay a quien una y otra vez
esperanuna sorpresa
cuando el teléfono suena.
Conocer tanto dolor
les destrozael corazón.
Cada triste realidad,
tan cruel como real,
ponen a prueba suamor.

Pasan, un día y otro día
con la cuna preparada
esperando una llamada.
Y de proto la alegría:
¡Cómo les cambia la vida!
cuando lo toma en sus brazos
o lo acuna en su regazo.
Ellos ofrecen su hogar,
dan amor y felicidad
solo a cambio de un abrazo.

Los ángeles no tienen alas,
tienen nombre y apellido.
Hay ángeles escondidos
esperando una llamada
de familias destrozadas,
pa` sacarle una sonrisa
y hacerles fácil la vida
a los reyes de la casa.
Y aunque muy pronto se irán…
ya por siempre serán familia.