jueves, 28 de marzo de 2024 09:28h.

La epidermis

Columna de Salvador Gutiérrez

Rocío Molina

Columna de Salvador Gutiérrez

La fauna

Columna de Salvador Gutiérrez

¿Convencido?

Columna de Salvador Gutiérrez

Huérfanos de periodismo

Los periódicos están  perdiendo los papeles. Dicho esto, claro está, en un doble sentido: en el de que lo digital ha venido, drásticamente, a sustituir a la realidad material de la tinta y el papel, y en el de que aquéllos andan un tanto perdidos por el proceloso mar de la...

Las vacaciones de Cifuentes

Agosto. Paréntesis. Vacacional y vocacional. Espacio en blanco. Donde el tiempo se pierde sin sentimientos de culpa. Cuando no hay que hacer nada y no hay nada que hacer. Agosto: breve despiste de la maldición bíblica. Millones de españoles se encuentran de vacaciones. (Unos cuantos...

Pollos congelados

Niños y niñas de todas las edades y adolescentes de edad indeterminada -algunos traspasaban con generosidad la treintena- corrían de un lado para otro, eufóricos, persiguiendo a los youtubers de moda, a los creadores de sus videojuegos favoritos, a los cantantes de rap free style ,...

Defecando en Pompeya

El verano es esa época apacible en la que parece que no ocurre nada; en la que sólo asistimos, de manera somnolienta, a la con­templación de sobremesa del Tour de Francia; en la que los periódicos y los informativos de televisión se anestesian y se adormilan; en la que los...

Reflexiones y aforismos de última hora

Del filósofo francés Deleuze dicen los que entienden que no respondió a los parámetros culturales del momento (años 60): que no era comunista y que no se psicoanalizó. ¿Cuáles serán los parámetros culturales del momento actual?...

Tarsicio y la simultaneidad

Lo profundo busca la máscara, decía Nietzsche. ¿Son máscaras o son rostros lo que Alberto Tarsicio ha estampado en la caverna del Museo de Nerja? En todo caso, máscaras o rostros, la profundidad asoma por el espacio en penumbra de la sala.

Fiebre

Tengo fiebre. En los últimos días una especie de virus ha hackeado mi sistema informático y me ha inundado el cuerpo de pun­zadas, tos y mocos. Tengo el software do­lorido y embotado. Casi igual que miles de ordenadores del ancho mundo, víctimas, esta semana, de un siniestro ciberataque. Es, en los momentos de cualquier enfermedad, cuando somos conscientes de que en esta vida estamos cogidos con pinzas; de que cualquier resfriado nos puede dar el pasaporte para la otra dimensión sin apenas darnos cuenta.