Málaga se despide de los coches de caballos con un destino incierto para los animales

El Ayuntamiento de Málaga ha puesto fin a los paseos turísticos en coches de caballos, una tradición que ya no tiene cabida en la ciudad. El Área de Movilidad ha extinguido las 25 licencias que estaban activas, cumpliendo con el anuncio que hizo el alcalde en enero, durante el Debate del Estado de la Ciudad.

Este servicio estaba regulado por una ordenanza municipal de 2015, que permitía operar a los coches de caballos con licencias válidas por un máximo de 20 años, hasta octubre de 2035. Sin embargo, la ciudad ha ido reduciendo su número progresivamente. De las 55 licencias que existían en 2018, 30 ya fueron retiradas de forma voluntaria entre 2016 y 2020, con indemnizaciones acordadas tras la decisión tomada por la Junta de Gobierno Local el 25 de mayo de 2018.

Indemnizaciones y motivos

La cancelación de las 25 licencias restantes responde a la necesidad de garantizar la seguridad y el bienestar tanto de los ciudadanos como de los animales, ya que esta actividad se ha considerado incompatible con el crecimiento y las dinámicas actuales de Málaga. Para compensar a los afectados, el Ayuntamiento ha pagado 125.380,48 euros por licencia, según un informe de valoración elaborado en febrero por R&L Auditores.

Además, las señales que reservaban espacios para los coches de caballos en lugares como Cortina del Muelle, Paseo de los Curas y avenida Cervantes están siendo retiradas hoy. En su lugar, los espacios en Paseo de los Curas y avenida Cervantes se han adaptado para crear nuevas plazas de aparcamiento para motocicletas.

"Están empujando los caballos al matadero"

 

 

Por ahora, la decisión sobre los caballos recae únicamente en sus dueños. Muchos han empezado a buscar compradores, no solo para los animales, sino también para los coches y el resto del equipamiento guardado en las cuadras, según publicaba el diario Sur. Sin embargo, no es tarea fácil: los caballos están domesticados y entrenados exclusivamente para este trabajo, lo que complica encontrarles un nuevo hogar.

Otra opción, aunque más difícil, sería trasladarlos a localidades donde los coches de caballos aún operan, como Marbella, Fuengirola o Mijas en la provincia, o incluso a ciudades andaluzas como Sevilla o Córdoba, donde este servicio sigue activo.

Lo que nadie quiere contemplar es la posibilidad del sacrificio. Algunos cocheros advierten que muchos de los caballos son mayores y su mantenimiento resulta caro. Llevarlos a un picadero implicaría gastos de alquiler, alimentación y cuidados veterinarios que no todos pueden asumir. "Dicen que buscan el bienestar animal, pero están empujando a estos caballos al matadero", lamentan algunos afectados.

Por eso, los cocheros proponen alternativas: piden al Ayuntamiento que les permita permanecer más tiempo en las cocheras o que asuma los costes de mantenimiento de los animales durante el resto de sus vidas. «La indemnización cubre la pérdida de las licencias, no el cuidado de los caballos ni el material», subrayan.