Las palabras mágicas
Dedicado al alumnado del
C.E.I.P. “Vicente Aleixandre”
de Torre del Mar
Por su imaginación y creatividad
al trabajar la magia
en el curso escolar 2024- 2025
Las palabras mágicas son aquellas palabras que al pronunciarlas abren las puertas de la imaginación, de la sabiduría, de la belleza, del amor y de la esperanza... Para ello hay que ser niño y mirar con inocencia, asombro y curiosidad la vida. Porque la magia lo exige para encontrar las verdades que se esconden tras las puertas de este mundo mágico. Aunque esa tarea de búsqueda de las palabras mágicas supongan toda una vida.
¡Niños y niñas escuchad a vuestros abuelos! Descubriréis a ‘esos magos sabios’ que os narrarán un hermoso cuento mágico cómo es la vida misma. ¡Aprended de su magia! ¡Mirad sus ojos! Y veréis en sus miradas a ‘ese niño curioso’ que ellos, sabiamente, han guardado. Ellos son vuestros compañeros que os acogen y os comprenden. Aunque os parezcan que están cansados, y es cierto, pero sólo están fatigados por el camino andado y vivido.
¡Vosotros, niños y niñas, creced y andad el camino! Pero llevando siempre en vuestros corazones la magia que abre la puerta de la imaginación y de la creatividad. Así con el tiempo conseguiréis ser sabios magos.
Y triste de aquellos que dejan de ser niños, porque se sentirán perdidos y vivirán en la soberbia y en la ignorancia.
Ahora os queda preguntaros cuáles son esas palabras mágicas. Las descubriréis en esa búsqueda de la belleza que hay en la naturaleza; dando gracias a la vida. Podéis probar a pronunciarlas, y comprobaréis cómo aparece la magia. Nunca os dejéis engañar por las apariencias banales, ni por la soberbia, ni por la codicia. Actuar siempre con humildad y sencillez, porque así encontraréis la verdad. Que vuestros corazones de niños estén siempre despiertos y activos para vivir los buenos sentimientos de poetas. Porque en vuestros corazones vive la poesía. Vosotros sois poetas. Y cuando se manifiesta la poesía revela los secretos mágicos de la vida.
Os quiero contar que un día se reunieron ancianos magos convocados por un rey. Quien necesitaba de las sabidurías de los magos para abrir un cofre mágico que no poseía cerradura. Para abrirlo tuvieron que acertar tres acertijos.
Sólo el mago Arcaniel acertó los tres acertijos y abrió los tres cofres que estaban introducidos unos dentro de otros. Fue porque Arcaniel era humilde. La sabiduría y la humildad van de la mano.
Recuerdo los tres acertijos, el primero era el cofre de la inteligencia y decía: “La llave de este arcón no es la riqueza más deseada, pero todos la necesitan; y no es una llave concreta, mas puede tener la forma de cualquiera; y no posee un color determinado, pero puede tenerlos todos”. El segundo era el cofre de la imaginación y decía: “Aquí tienes esta llave mágica con la que abrir el cobre de la imaginación. Había una pluma sobre el arcón de cobre. Encuentra la cerradura e introduce la pluma”. El tercero era el cofre de la sabiduría y decía: “Aquí tienes el cofre de la sabiduría, mas si deseas obtener su llave debes responder a esta sencilla pregunta:
—¿Cuál, de entre todos los conocimientos, es el más noble, el más humilde, y el mejor entre los sencillos?.
Arcaniel fue respondiendo a cada uno de los acertijos, pero actuando con humildad, porque dejó primero que intervinieran los demás magos, quienes se jactaban de ser mejores magos. Porque Arcaniel utilizaba su magia sólo para sanar a los enfermos. Y los demás magos no valoraban su magia de sanador. El primer cofre lo abrió descubriendo que era ‘el agua’, y se acercó a la mesa del rey, cogió la copa de agua y la arrojó sobre el cofre, entonces se abrió. Pero se encontró con un segundo cofre. Después de intentarlo, de nuevo, los demás magos y no conseguirlo. Arcaniel actúo por petición del rey, y cogió la pluma que había depositada sobre el cofre, y le rogó al rey que le dejará utilizar su tintero. Mojó la pluma en el tintero y dibujó una abertura. Entonces se abrió el segundo cofre, el de la imaginación. Pero quedaba un último cobre, el de la sabiduría. De nuevo, los demás magos se interpusieron, diciendo que sólo sería una oportuna suerte. El mago Arcaniel se apartó, y dejó intervenir a los demás magos. No consiguiéndolo los magos. El rey solicitó, de nuevo, la participación del mago Arcaniel.
Entonces, Arcaniel ante el cofre de la sabiduría, se dirigió al rey, y dijo: “Majestad, es el pensamiento más noble, pues muestra siempre su evidencia; aunque no se quiera oír. Es también el más humilde, pues siendo la base de todos los demás, nos pasa desapercibido. Y es mejor de entre todos los sencillos, porque ante su simpleza se rinde la razón. Sólo pude ser uno, y es ‘LA VERDAD’. Y al poner la mano sobre el cofre, éste se abrió.
Ahora os invito, niños y niñas, a que reflexionéis sobre la enseñanza que trasmite este cuento mágico. Procuréis aplicarlo a la vida. Nos habla de los cofres de la inteligencia y de la imaginación, los cuales abre el de la sabiduría. Esto nos enseña que necesitamos el buen uso de la inteligencia y de la imaginación para alcanzar la sabiduría. Aparece el elemento del agua. Sabemos que el agua es fuente de vida y, por lo tanto, representa la vida en este cuento mágico. Una vida que se nos ofrece, y que debemos cuidarla y vivirla con humildad. Porque el amor a la naturaleza y la humildad es el camino para encontrar la verdad. La búsqueda de la verdad nos hará magos sabios.
Y para concluir nos invita: buscar las palabras mágicas y su sabiduría, amar la vida y ser sabios magos. ¡Hagámoslos!